La Vida de Isabella
Un nuevo cuento, una historia emotiva escrita por Dania Medina, titulada La Vida de Isabella:
Había una vez, una
niña llamada Isabella. Tenía el pelo corto y de color negro, ojos celestes,
pequeña, era pecosa, de contextura media y tenía 14 años.
Ella era una niña
con muchos problemas familiares. De partida, fue adoptada cuando estaba por
cumplir cinco años, debido a que sus verdaderos padres no tenían cómo cuidarla
y por eso, en un acto de amor, decidieron entregarla a un hogar, donde
finalmente conoció a quienes se convertirían en sus padres adoptivos, Karen y
Fernando. Ellos tuvieron otra hija 2 años después de adoptar a Bella, como le
decían a Isabella, llamada Chloe, a la que siempre quisieron más por ser hija
de su propia sangre.
Las niñas peleaban
mucho. Chloe siempre hacía que retaran a Bella y como era la hija consentida,
siempre le creían.
Bella no tenía a
nadie, excepto por Sofía y Elías, sus dos mejores amigos, con quienes pasaba
gran parte del tiempo desde que se conocieron en primero básico en el colegio
El Sembrador. En ese tiempo, los demás niños molestaban a Bella por ser
adoptada y Sofía y Elías siempre la defendían. Así nació su amistad.
Un día, Sofía invitó
a sus dos amigos a su casa para hacer una tarea, así que Bella pidió permiso a
sus padres y Karen y Fernando, sin problemas, la dejaron ir. Sin embargo, Chloe
mintió a sus padres y dijo que Bella iba a ver a su novio, siendo que en verdad
no tenía, por lo que ellos la regañaron en cuanto regresó, ya que, como siempre,
le creyeron a su hija favorita.
Bella estaba triste
y harta de que ellos fueran sus padres, por lo que se propuso una misión: encontrar
a sus verdaderos padres. Para esto Sofía y Elías estuvieron de acuerdo en
ayudarla y juntos empezaron por ir al lugar donde Bella fue adoptada. Ahí les
dieron información sobre la dirección, nombres y ubicaciones de las personas
que buscaban.
De esta forma se
enteraron de que el nombre de la mamá de Bella era Valeria González y ella
buscó en Facebook hasta encontrarla para enviarle una solicitud de amistad,
aunque su madre la rechazó. Pero Isabella no se dio por vencida y empezó a
buscar la dirección por sus fotos, hasta encontrar una en la que se podía ver
que estaba viviendo en México.
Bella pasó unos años ahorrando dinero y con
ayuda de sus amigos finalmente pudo ir. El problema era que no sabía con
exactitud dónde vivía su madre, pero durante su viaje se encontró un anillo
mágico que podía concederle 3 deseos. Ella, al saber esto, pidió encontrar a su
mamá y la magia la guio hacia donde debía ir.
Valeria quedó muy
confundida al ver llegar a Bella y dudó que en verdad fuera su hija, por lo que
decidieron hacerse una prueba de ADN, la que resultó positiva. Entonces, muy
sorprendida, la mama le pidió perdón incontables veces por abandonarla en el
orfanato, pero Bella le preguntó dónde estaba su papá y Valeria terminó por
decirle que él había muerto. Cuando la niña escuchó esa noticia quedó
paralizada y estuvo triste por un largo tiempo.
Los padres adoptivos
de Bella la llamaron día y noche desde que ella salió de la casa, pero como no
contestaba sus llamadas y mensajes, fueron a preguntarles a Sofía y Elías,
quienes no supieron qué responder y cuando Karen les dijo que Bella estaba en
problemas porque era menor de edad y falsificó el pasaporte para poder viajar,
solo dijeron que la extrañaban mucho.
Y los cuatro se
pusieron muy tristes de que Bella no regresara a la casa porque, después de
todo, sus padres adoptivos sí la querían.
Mientras tanto, en
México, la mamá de Bella le preguntó dónde había vivido todo este tiempo y ella
le contó sobre Karen y Fernando. Valeria quiso ir a conocerlos, aunque su hija
no estuvo de acuerdo en un principio, pero terminó por aceptar.
—Mamá ¿por qué me
abandonaste? —preguntó cuando ya estaban en el avión.
Valeria se quedó en
blanco, sorprendida por la pregunta, y tardó un buen rato en responder.
—Porque cuando tú
naciste no tenía dinero, casa, ni nada bueno para ti —contestó—. Y creí que
sería mejor que otras personas te dieran una vida que yo no podía darte.
—Pero si ahora
tienes bastante dinero. ¿ Cómo le hiciste?
—Trabajé, trabajé
demasiado.
Bella quedó
confundida un rato, pero luego entendió que Valeria tenía razón y terminó por
quedarse dormida por el resto del viaje a Chile.
En el aeropuerto la
estaban esperando sus padres adoptivos y partieron a abrazarla con fuerza en
cuanto la vieron, con los ojos llenos de alegría.
Entonces miraron a
Valeria.
—Disculpa, ¿quién
eres tú? —le preguntaron con desconfianza.
—Soy la mamá de
Isabella —contestó ella, para su sorpresa.
Cuando Chloe vio a
Bella corrió abrazarla y le pidió perdón por todo. Isabella la perdonó de
inmediato.
Valeria les preguntó
a los papas adoptivos si Bella podía vivir con ella en México, pero ellos no
quisieron, así que la mamá los invitó también, incluida a Chloe, y entonces
accedieron rápidamente. Desde ese momento, todos se convirtieron en familia.
Bella ahora está
feliz y mejor, y de vez en cuando viene a Chile a visitar a sus amigos. Su vida
mejoró bastante y… este es el final de este cuento.
Colorín colorado
esta historia ha terminado.
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