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Mostrando las entradas con la etiqueta ciencia ficción chilena

Aceitoso

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 —No deberías beber tanto, Tomás Óliver. —Dejaré de beber cuando te salga un lunar, Aceitoso —protestó el hombre con la ponzoña de siempre. Y es que, después de treinta años juntos, todavía odiaba su voz artificial. El robot volvió su cabeza de metal hacia la montaña que tenían al frente, sin que el amarillento brillo de sus ojos cambiara en lo más mínimo. En una de sus manos tenía la cerveza que su propietario le dio al finalizar las faenas de esa tarde. Como cada día, la abrieron al mismo tiempo y Aceitoso la mantuvo entre sus oxidados dedos hasta que el hombre bebió la suya por completo. Así pasaban las cortas tardes magallánicas, después de lavar por horas arena del río Las Minas para encontrar apenas unos cuantos gramos de polvillo de oro y alguna ocasional y diminuta pepita. Mucho tiempo atrás, esta había sido una actividad que Tomás realizaba junto a su hijo, pero, desde que él y su esposa murieron durante la pandemia, su única compañía era el destartalado robot AF-18 que encont

El Espejo

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  La casa nueva resultó ser mucho más grande y cómoda que nuestro anterior departamento. El antiguo residente se había preocupado de pintar por completo el interior y barnizar toda la fachada. Solo las paredes laterales se notaban algo deterioradas por el tiempo, pero todo lo demás parecía casi nuevo. Además, por ser casa de esquina, tenía un patio en el que con facilidad cabían dos autos o, lo que me entusiasmaba todavía más, una buena piscina. Y mi enorme dormitorio me hizo olvidar por completo cualquier reparo previo a la mudanza. Lo único que me causaba una cierta incomodidad era el imponente espejo adosado a la pared en el descanso de la escalera, justo a medio camino entre el primer y el segundo piso. Era un gigantesco óvalo de marco dorado con la inclinación precisa para verse de pies a cabeza desde el primer peldaño hasta llegar frente a él. No supe si se debía al ángulo de incidencia de la luz que llegaba desde las ventanas del pasillo superior o a alguna deformidad del vi

El Desconocido

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  Cada vez que podía, pasaba un rato al Parque O’Higgins y me sentaba en el pasto a mirar en silencio a las muchas personas que circulaban por la Elipse y sus alrededores. Lo único que necesitaba era mi celular cargado de música y mis audífonos para relajarme y echar a volar mis ideas por horas. Sin embargo, esa tarde algo inusual interrumpió mis pensamientos, apenas unos segundos después de que mis ojos se fijaran en un niño pequeño que acababa de caer de su bicicleta por chocar de frente con un peatón distraído. ―Uno se siente insignificante al pensar en las posibilidades, ¿no es así? Un hombre estaba de pie junto a mí. Tenía un aspecto muy descuidado, con una larga y holgada gabardina que le llegaba hasta poco más debajo de la rodilla. Usaba unos viejos y sucios botines que no se tomó la molestia de amarrar y solo alcancé a distinguir unos desgastados pantalones de tela que alguna vez debieron ser marrones. La barba crecía en desordenados e irregulares manchones de pelo por to

El Último Vuelo del Pegasus, capítulo final

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  Lee la decimotercera parte aquí Paul Haldeman no daba crédito a lo que veían sus ojos. Intentaba convencerse a sí mismo que se trataba de algún tipo de alucinación provocada por los medicamentos que Gamboa le había administrado, pero su desesperación fue aumentando a medida que los sentidos le indicaban que en verdad estaba paralizado y que todo lo que observaba a su alrededor en realidad estaba pasando en esos momentos. Aunque no era capaz de comprenderlo. Ya no se encontraba en la camilla del área médica del Pegasus. En su lugar, estaba tendido sobre una tibia superficie rugosa que se ajustaba a cada una de las curvaturas de su cuerpo y que parecía adaptarse a sus limitados movimientos, estando en todo momento pegada a su piel. Suponía que se trataba de una capa adherente que impedía que se levantara, sosteniéndolo con tanta fuerza que a duras penas conseguía mover la cabeza para mirar qué estaba pasando. Así fue como descubrió, horrorizado, que estaba desnudo y que varios ca