Entradas

Mostrando las entradas con la etiqueta chile

Tras las Sombras - Capítulo V

Imagen
El resto del día se transformó en un difuso caminar por calles que a duras penas reconocía y entre gente a la que ni siquiera le había visto los rostros. Solo tenía un vago recuerdo de haber salido del condominio y pasar frente al conserje sin ser capaz de darle una respuesta a sus incesantes preguntas. Era como si flotara en un mundo por completo ajeno al que vivía hasta el lejano ayer. Lo único que lo devolvió a la realidad, fueron las luces azules de las balizas que estaban en las afueras de su casa. Cuando bajó del Metro en San José de la Estrella, caminó como un sonámbulo hacia su hogar, apenas consciente de las brillantes luces poco usuales que divisaba a lo lejos. No fue hasta que cruzó la calle en la que se había establecido un restaurant de sushi un par de meses atrás, que logró reaccionar y darse cuenta de que dos camionetas de la PDI estaban estacionadas afuera del portón de su casa. —Riquelme —dedujo. Eso confirmaba que habían detectado sus huellas en las pertenencias de la

Tras las Sombras - Capítulo IV

Imagen
  Por esta vez, Bascuñán dejó de lado su poco gusto por usar la locomoción pública sin pagar e hizo parar el primer taxi que apareció, se identificó como funcionario de Investigaciones y le indicó la dirección que había encontrado en internet. —Necesito que llegue lo antes posible, ¿entendido? El taxista, no muy contento, asintió a regañadientes y se puso en marcha de acuerdo a las instrucciones del detective. En un santiamén llegaron al centro de Santiago y se internaron en sus populosas calles hasta dar con la dirección indicada. Bascuñán bajó apenas el auto se detuvo y lanzó un desabrido “gracias” sin siquiera preocuparse por si fue escuchado. A paso vivo entró por la puerta principal del edificio y se fue directo al mesón en el que un añoso conserje saludaba y atendía a todo aquel que se le acercaba. —Buenos días —levantó su placa al llegar frente al hombrecillo—, soy el detective Bascuñán y necesito hacerle unas preguntas. El conserje se ajustó los lentes, revisó con detenimiento

Travesía Familiar

Imagen
  En un abrir y cerrar de ojos ya ha pasado un mes desde que arribamos a Bogotá. Atrás quedaron las largas y tediosas jornadas de trámites, exámenes médicos, peleas con la aerolínea, el SAG y su símil colombiano ICA. Estamos instalados y acomodados casi al cien por ciento en lo que será nuestro hogar hasta que regresemos a Chile en enero próximo. Tengo la suerte de que mi familia y yo llevamos ya varias mudanzas en el cuerpo y no se nos hace demasiado difícil acostumbrarnos a los cambios. Lo logramos al llegar a Punta Arenas, ciudad que todavía amamos y extrañamos —y que, en medio del contexto nacional, es casi como viajar a otro país—, y ya estamos en pleno proceso de “acolombiamiento”, avanzando viento en popa y disfrutando de vivir en este país tan amable con los extranjeros. La experiencia ha sido enriquecedora. Las personas son gentiles, bulliciosos y alegres, aunque en esta zona no demuestran ese candor caribeño que esperábamos encontrar. Y es que en verdad Bogotá es la “nevera”

Venganza Astrea, capítulo I

Imagen
  La indignación cundía entre todos los presentes que atestiguaban lo que pasaba en esa sala. Se suponía que estaban ahí para ver al Estado impartir justicia, pero para desagrado de muchos, pena de otros y un doloroso golpe al corazón de un puñado de testigos, la persona encargada de ejercer la ley se veía con las manos atadas ante la imposibilidad de comprobar aquello que todos sabían. Que ese malnacido había asesinado a Rubí. Era un hecho que conmocionó a la ciudad y los medios de comunicación no tardaron en dejarse caer sobre los acontecimientos como un enjambre de moscas sobre la mierda. Rubí, una pequeñita de tiernos cuatro años de edad, había sido encontrada muerta en un sitio eriazo, con evidentes marcas de haber sido abusada sexualmente. Los testimonios y las indagaciones por parte de la policía apuntaron a un único y seguro culpable: la pareja de la madre de la niña, un delincuente de renombre en el barrio con un amplio prontuario policial, por lo que nadie se explicaba por qu

La Ciudad Secreta de Animalia

Imagen
 Este cuento es especial. Fue escrito por mi hija, Sofía Navarrete, y con él ganó un concurso literario de su colegio. Les comparto La Ciudad Secreta de Animalia: Por culpa del coronavirus, se suspendieron las clases y tuve que quedarme en casa con mi hermana Laura. Pero mis papás igual iban a trabajar, así que pasábamos todas las mañanas solas. Un día, nos dimos cuenta de que Mini, nuestra perra, y Kitty, la gata, se metían debajo de nuestra cama y pasaban mucho rato sin salir. Nos dio curiosidad y las dos nos agachamos para mirar qué hacían y nos asustamos al ver que no había nada debajo de la cama. Así que pensamos que habían salido sin que las viéramos y seguimos jugando. Al otro día, ellas se metieron de nuevo debajo de la cama y ahora sí que corrimos las dos para ver qué hacían y descubrimos que tenían un pasadizo secreto. Nos llamó mucho la atención, por lo que nos apuramos en seguirlas y llegamos a una ciudad en la que los animales hablaban y caminaban como las personas, usando

El Sueño de Agustín

Imagen
 Dejo con ustedes el segundo cuento del Taller de Escritura, una historia escrita por Mateo Espina sobre un niño, un sueño y el futbol. Con ustedes, El Sueño de Agustín: Había una vez un niño llamado Agustín. Tenía 11 años y vivía con su mamá y sus abuelos. Era hijo único, así que era muy regalón y su mamá lo acompañaba a todos lados. A Agustín le gustaba mucho el fútbol y le pidió a su mamá que lo inscribiera en una escuela , pero nadie sabía dónde. Él le dijo que el profesor de educación física del colegio tenía una escuela de fútbol y la única condición que le puso su mamá para inscribirlo fue que siguiera siendo un buen alumno y no bajara sus notas. Agustín se comprometió con ella y así llegó a la escuela Real Atlético, donde se divirtió mucho y conoció a mucha gente nueva. Pero un día apareció un virus desconocido, para el que no había cura, lo que asustaba a todos. La gente empezó a morir por la enfermedad y la única forma de evitar contagiarse era permanecer encerrados en sus ca

Cuento de Valientes

Imagen
 Este es el primer cuento que publicaré de las historias nacidas del Taller de Escritura Creativa que desarrollé con los alumnos de quinto básico del colegio El Sembrador de Casas Viejas. Dejo con ustedes Cuento de Valientes, de Valentina P.: Había una vez dos hermanos, la mayor se llamaba Julia y el pequeño, Tomás. Los dos se llevaban muy bien y disfrutaban jugando a batallas y victorias. Eran tiempos de caballos, dragones y princesas. Sin embargo, desde que murió su mascota, el gatito Valiente, las cosas cambiaron. ¡Vivieron tantas historias y aventuras juntos! Pero los niños, con el tiempo, empezaron a jugar otra vez. Una tarde, al anochecer, jugaban en el bosque a buscar lugares secretos y, de repente, se oyó un grito espantoso que heló el corazón de Julia: un enorme dragón se había llevado a su hermano a la torre más alta de un castillo. Julia no dudó en ir a salvar a Tomás. Se armó con su escudo y avanzó sin pensarlo un instante. Llegó a la torre y adentro encontró un pozo lleno

¿Qué es el éxito?

Imagen
  Definir el éxito a lo largo de estos cinco años publicando mis historias, ha sido un tema en el que he pensado muchas veces. Junto con ansiar llegar a masificar mis libros -qué escritor no ha pensado alguna vez en eso-, he soñado con el reconocimiento por parte de lectores de distintas partes del mundo, siempre motivado por los buenos comentarios y palabras de aliento de los lectores de este lado del mundo. Por eso, cuando mis novelas en Amazon han alcanzado los primeros lugares de ventas en formato digital, aunque sea por un par de horas, me he sentido realmente exitoso, al igual que con cada una de las reseñas que he recibido hasta ahora. Claro que nada se compara con la medalla de oro de Venganza en los International Latino Book Awards, un honor gigantesco y una alegría incomparable, aunque todavía espero ver los resultados de haber obtenido tan alta distinción a nivel internacional. Lo más cerca que había estado de un reconocimiento así, fue las dos veces que me adjudiqué el Fond